Los Inadaptados #6: Ricardo Castillo
El nombre secreto de Lola Beltrán
La medio-rastro
en la baba durmiente del
gusano:
media murga
de gatos y grillos
que arrojan la dádiva
dentro de la ruta que cambió
de preferencia:
abajo del bautizo del cordero
y el lobo:
dentro de una sensación
de vida pasada
y futura:
concavidad animal
que en impulsos se desliza
fuera de sus costuras:
fuera de lo que tiene
semblante
o materia
palabra que no canta todavía:
infanta de columpio que no
habla:
que ignora aún el deseo
dormido
en el pacto del óvulo
y sus galanes:
Palabra sin arnés sin
domadura
ni idioma:
Dulcra
o Morita
desde el principio
escapó a la madriguera
Conoció la apartada guarida
con las pestañas de aquella
pequeña ranita
ya casi
extinguida ve ne no
sísi ma:
desde entonces
se prometió a sí misma
nunca dejar en su huella
el humillante perfume de la
presa entonces cambió de aspecto
también de nombre
y nunca es feliz cuando
escucha
lo que pensamos acerca de ella
Quiere que nadie la
reconozca:
que nadie mirándola
pueda decirle “mi alma”
prefiere que el viento vulgar
le azote la cara y le cante
para arrullarla:
“tú no eres nada” “tu no
sirves”
“tú no haces falta”
Porque ella no es como
nosotros
que la creemos necesaria:
No le importa
Y aunque quisiera
nada puede hacer
ni querer nada
con el remanso de las
mujeres
y todavía menos
con los motivos de los
hombres:
Para ella
las mujeres y los hombres
son
oficio y estropicio
de una lengua estrujadapor
las anomalías del mundo:
y lo que se dice poesía
un cotidiano destierro
o un picahielos sin nariz
en las manos
de una niña sentada en un
glaciar:
No niego que a veces creo
que ella
¿o eso?
dedica
todo su desprecio
para cantar solamente
para mí:
“No me diga nadie nunca
que te vieron conmigo”.
ricardo castillo:
Poeta. Profesor investigador del Departamento de Estudios Literarios de la Universidad de Guadalajara.
Su trabajo poético comprende once libros, un video y dos discos, de entre ellos toca destacar su primer poemario, El pobrecito señor X editado en 1976, 1980, 1983, 1985, 1994, 2002, 2008 y 2016.
Su trabajo ha sido recogido en 25 antologías de poesía Mexicana, en México, Estados Unidos, Colombia, Paraguay, Perú y Chile y Brasil. Tiene tres libros traducidos, Cuarzo, y el poemario Borrar los nombres al francés, así como Tercer Islario, al portugués. Traducciones de sus poemas han sido trasladados y publicados al inglés, portugués, francés, italiano, esloveno, rumano y ruso.
Como poeta e investigador su interés por la oralidad y el performance lo ha llevado a interactuar con artistas de diferentes disciplinas artísticas, música, danza contemporánea, artistas visuales y artistas sonoros, presentándose en universidades, teatros, bares, y festivales de poesía en numerosas ciudades de México y el extranjero.